Aconcagua 2001 parte I, preparativos

re-capacitar. Tod@s podemos viajar libres

Existe la típica discusión sobre si se es montañero o turista. Como diferenciar viajero o turista, siendo el segundo término algo más despectivo. Lo tengo claro, una persona que visita un lugar para conocerlo y que consume bienes y/o servicios locales es un turista.

Tras esta pequeña reflexión comienzo esta nueva aventura. Durante el año pasado conocí en los Andes de Mendoza distintas personas. Andinistas, fotógrafos y otras personas.

Trabé amistad durante mi estancia del año anterior con un chico de Mendoza. Quedamos en intentar juntos la ascensión al Centinela (Aconcagua), al año siguiente.

Ya ha llegado el año siguiente. Esta vez decido esperar a que entre el verano austral. El año pasado tuvimos un tiempo muy inestable por ir en Noviembre (otoño). Así que espero a las navidades de 2001 para hacer de nuevo el petate y salir pitando a las montañas.

Esta es la primera vez que viajo solo. Aunque este término es muy discutible, ya que lo único que voy a hacer solo, es un trayecto entre mi población (Alcorcón) y la de mi amigo(Mendoza), a partir de ahí tengo compañero de viaje.

Cuando las cosas se complican, el pensamiento que me viene a la cabeza era lo que me decía un jefe: “Es que si no sería demasiado fácil”. En estas fechas se está desarrollando en Argentina lo que se llama la crisis de las cacerolas y hay un corralito en el país.

Llego a Mendoza con un gran calor. Mi compi me está esperando, cargamos mis petates, el pesadísimo y el “pequeño” (pesado), vamos a casa de mi amigo. Allí nos está esperando su madre. La casa es espaciosa, pero mucho más aparente por fuera que por dentro, que está bastande deteriorada. El exterior se luce bién y el interior con muchas fallas, lo que es bastante recurrente en Argentita y una parte de su gente. Me sorprende muchísimo que cada vez que hablan de cuestiones relacionadas con la crisis, se duchan. Como si esto les librase de los males. Pero si les hace sentir bien quien, me alegro por ellos.

Pasé varios días en esta casa haciendo preparativos para ir a Vallecitos. Zona poco frecuentada muy adecuada para aclimatar, pues es necesario acostumbrar al cuerpo a permanecer en altura antes de lanzarse a coronar el Aconcagua. Decido hacerlo en esta zona, pues presenta oportunidad de subir a otras cimas.

Puufff ¡¡¡, la situación en Argentina es grave y mi compañero, que trabaja en un banco, en medio de un corralito de la liquidez bancaria, se ha quedado sin vacaciones. Así que de nuevo estoy sólo en mi viaje. Ahora sí se puede considerar que viajo sin compañía.

Resumiendo la aclimatación:

  1. Voy a Vallecitos.
  2. Subiendo sufro de mal de altura, me retrasa un día.
  3. Realizo una ruta nueva por la cara Sur del cerro Stepanek. Aunque se podría considerar una hazaña, no me siento orgulloso pues me puse en un gran peligro real. Nunca llegué a registrar esta ascensión.
  4. Conozco a tres chicos que están también aclimatando para ir al Aconcagua.

Vuelvo a Mendoza con estas tres personas. Deja, de nuevo, deja de ser un viaje en solitario, vamos juntos la “gente de Vallecitos” y yo. Tenemos que tramitar los permisos y contratar los burros y arrieros para llevar el material al campo base.

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